Gripa.

Salir con alguien es siempre algo muy complicado, que te compro el oso de peluche, que vamos al cine, la comida el café y todo eso que hacen las parejas, Pero que pasa cuando sales con una chica de esas que estan algo mal de la cabeza, pues sales mal parado.... me tenia que suceder y me sucedió.

Era lunes 3 de mayo y yo pasaba la noche muy tranquilo, comía uno que otro bocadillo, decidí hacerme un sandwich, pero por mi cabeza pasó la idea de comer una salchipapa (comida rápida muy popular en mi ciudad, conformada por salchicha, papas tallarín y arroz) así que salí rápidamente a comprara una, ignorando completamente que eran las 19 horas que hacia frío y que yo no llevaba puesto nada de abrigo, pase las cuadras, a cada paso que daba mis brazos temblaban, pensé que era algún miedo subconsciente, una fobia oculta, seguí mi camino, bajaba, despacio por que un miedo real empezó a gestarse en mi, a que le tengo miedo, era miedo al miedo? seguí caminando y llegue a la plaza de mi distrito, las luces iluminaban los árboles el olor a emoliente inundaba el ambiente, me sentí tentado a sentarme un rato para disfrutar de aquel paisaje nocturno, pero el hambre era mas fuerte, o mejor dicho, el antojo, decidí que camino de regreso, disfrutaría un poco ese lugar.

Caminando, pie izquierdo delante del derecho, pie derecho delante del izquierdo, y así una sucesión de pasos cada uno tan igual como su predecesor, el frío aumenta, pero el antojo que tengo es mas grande, paso por una pastelería que me tienta a gastarme el poco dinero que llevo encima en uno de sus esponjosos panes dulces; mi voluntad es fuerte mi corazón también llego a la esquina, y un puesto de salchipapa se alza, ante mis ojos, paso de largo, mi destino va por otro camino, sigo adelante, sin mas tentaciones, y llego a mitad de cuadra - Don Chino, deme una salchipapa de dos soles cincuenta el destino para que me siente ta - a lo que me responde - Sale "combinado joven - me sirve la salchipapa en un plato platico descartable, le coloca un tenedor del mismo material y la pone dentro de una bolsa, el olor inconfundible de un platillo bien preparado, como entre mis dedos el tenedor y atravieso el corazón de una papa frita, se desgarra su vida para convertirse en sabor, despacio, y de destruye dentro de mi boca, para causarme satisfacción, su vida se ha convertido en pasado, pero su esencia en un maravilloso presente.

Emprendo el camino de regreso, un poco mas rápido pues el frío se hace mas fuerte, pero cuando llego a la plaza, recuerdo su cautivo misterio, sus luces, sus arboles, las salpicaduras de agua que mantienen con vida al pasto, sus bancas invitando a sentarme, el olor a emoliente, la salchipapa en mis manos, una pileta en medio y una iglesia de fondo, todo preparado por el destino para que pase un pequeño rato de paz, cruzo la calle y llego a la otra vereda, camino un poco y me dirijo hacia una banca que mira hacia el centro de la plaza, me dejo caer sobre esta, un suspiro y empiezo a comer.

Es ahí cuando hace su aparición una mujer de cuerpo hermoso y de cara bonita, de largas piernas y alegres gestos, un caminar estilizado y un cabello que reluce a contraluz, me siento embriagado por su belleza, y absorto por su gracia, como serán las casualidades, que ha elegido para descansar su alma en el mismo lugar que yo elegí, me siento nervioso, que hacer alado de una belleza tan especial - buenas noches - y esas palabras fueron suficientes para iniciar una amena conversación que me dejaría por cuestión de media hora sentado en ese ambiente frío, mala fortuna la que se me aproximaba, pero yo ignorante del destino tormentoso que me esperaba, acordé con la mujer de ojos grandes vernos, a la noche siguiente, a la misma hora y en el mismo lugar, me levanté, llegue a mi casa aun con la salchipapa en las manos, me dispuse a terminar de comerla, pero sentí cierta comezón en el pecho, sería tal vez la emoción de conocer a alguien tan agradable, no le di importancia, y me fui a dormir.

Llega la noche del siguiente día, y me dirijo hacia la plaza despacio, llego de nuevo ignorando el frío pasan las cuadras y llego a la plaza, me dirijo hacia la banca del día anterior para encontrarme con ella, ahí esta, sentada esperándome, me disculpo por la tardanza, y mi disculpa es aceptada, hablo de nuevo de manera animada con  la chica, pero poco a poco nuestra conversación se vuelve hacia temas mas personales, hablamos de nuestras metas, nuestras familias, nuestras ambiciones. Sin aviso ella me dice algo que me deja atónito y sin creerlo escucho las palabras menos probables en ese momento - quieres salir conmigo, digo, como pareja -, que es lo que acaban de decir sus labios, en que momento absurdo me encuentro, tan absurdo el momento, como mi respuesta, y decido aceptar la proposición, tan extraño el momento, nos sumergimos en un profundo beso, que cruel situación la que luego me llevaría a profundos pesares.

Atrapado por la ilusión la invito a mi casa, entra en mi sala, se sienta delicadamente en el sofá, le invito unas galletas y un tecito, seguimos conversando, un ligero dolor empieza a aquejar mi cabeza, lo ignoro, estoy atrapado en el momento, y como si hubiera mil burbujas en el aire, las ilusiones vuelan, tomo sus manos y me acerco cada vez mas a ella, sus ojos me cautivan, me hipnotizan, y todo ha perdido razón, quiero articular palabra, pero siento mi garganta ligeramente rasposa, me debo estar haciendo viejo pienso... que pensamiento mas ingenuo, si supiera que es lo que está por venir.

Es cuando sucede el desastre... Le digo que ya es tarde, que no llegara con bien a su casa, y me responde con una frase tan absurda como la que dijo en la plaza - he decidido quedarme a vivir contigo - mi corazón late rápido por el miedo a la situación, mientras pienso en que hacer, ella no me da tiempo y se acomoda en mi cuarto, extraña manía que posee pienso al decorar mi habitación con un cesto lleno de papel higiénico arrugado, voy en ayuda hacia mi madre, pero me dice, tu te lo haz buscado, así que tu problema lo resuelves tu. Perfecto, me encuentro atrapado con una mujer hermosa en mi casa, pero algo me dice que no esta bien, poco a poco me siento menos animado, misteriosamente, empiezan a salir lagrimas de mis ojos, decido ceder por hoy, se quedará en mi habitación hoy, me empieza a importar poco, el dolor de cabeza se hace insoportable me hecho en mi cama a su lado y me dispongo a dormir, que noche horrible la que pasaré, a ritmo de media hora, me despierta a sacudidas.

He pasado la peor noche de mi vida, y todo lo que intento para que se valla de mi casa es inútil, hoy me sigue a todos lados, me duele mas la cabeza y he empezado a tener secreciones nasales de color verde, es irónico puesto que yo no puedo ver el verde, ahora estoy enfrascado en una relación de la que me va a ser muy difícil salir, le dije que terminábamos, pero no ha hecho caso, incluso tuve la grandiosa idea de que conozca a mi amigo, para que se vaya con el, nada esta funcionando, ahora tengo otra estrategia, le hago creer que todos los días como sopa de pollo, al parecer esta funcionando, cada día la veo menos entusiasmada con esto de vivir conmigo, y con las constantes visitas de mi amigo se esta empezando a fijar en el. Mis esperanzas están un poco mas fuertes, y creo que lograré pasar de esto, por lo pronto, seguiré con mi plan. Gripa, querida Gripa, no te quedaras en mi casa por mucho más....

Quiero agradecer al terminar de escribir esto a mi querido amigo Panadol que sabiendo a lo que se enfrenta sigue viniendo empeñado en llevarse con el a Gripa, muchas gracias.